Vértigo

 Vértigo


Era un frío día de lluvia, y al igual que cada vez que la cancha principal del club Gimnasia se llovía, teníamos que ir a entrenar a la cancha de voley que se encontraba en el subsuelo de la sede. Luego de un extenso entrenamiento, con mis compañeros nos quedamos un rato más tirando al aro, como hacíamos usualmente una vez terminada la práctica. 

Pasadas las 8 de la noche, decidimos guardar todo e irnos a nuestras casas. No recuerdo porqué , pero tardé unos segundos más que mis compañeros en cambiarme y salir de la cancha, que pasando las puertas tenían una leve bajada de dos escalones previos a un túnel que conectaba la cancha con el hall del club. Cuando terminé de cambiarme, me apuré y corrí para alcanzar a mis compañeros en el túnel, olvidándome por completo de sus dos escalones previos, los cuales pasé de largo. Cuando pasé de largo los escalones sentí un vértigo muy fuerte, que provocó que cayera sobre el cemento del túnel. 

Lo sorprendente de esa caída, fue que cuando me levanté no fue mi cuerpo lo que estaba de pie, si no que era una silueta mía que me permitía moverme como si estuviera en mi cuerpo. Podía verme en el piso como si estuviera inconsciente y al final del túnel veía a mis amigos alejarse. Desconcertado por lo que estaba sucediendo, corrí detrás de mis compañeros gritándoles, pero no logré que me escucharán. Luego de unos segundos de correr, me encontraba en el hall del club, que estaba repleto de gente, a la que yo intentaba advertir de mi situación, pero con el detalle de que ninguno de ellos me escuchaba, por más intentos que hiciera de llamar la atención de la gente, nadie podía verme ni escucharme. Sin embargo, todo seguía su curso normal. Fue como si mi cuerpo se hubiese detenido en el tiempo, pero no mi alma. 

Después de intentar que la gente notara lo que estaba ocurriendo, y que nadie se diera cuenta que mi cuerpo estaba tirado, decidí volver al túnel donde me encontraba físicamente, para ver qué podía hacer. Pero lo más extraño de la secuencia, ocurrió cuando llegue a mi cuerpo, y de forma extraña tropiezo con algo, que me genera la misma sensación de vértigo que había sentido cuando pasé de largo los escalones del túnel. Y cuando quiero levantarme para continuar con mis intentos de advertir a la gente, me encuentro con mis amigos en el mismo lugar que cuando me caí. Había recuperado mi cuerpo, luego de sentir el mismo vértigo que la primera vez.
Corrí hacia donde estaban mis compañeros para preguntarles si habían visto lo que me había pasado, pero me miraron extrañados diciéndome que nos habíamos visto 30 segundos antes. 

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